Han pasado aproximadamente 6 meses desde que empezasteis en esta aventura del baby-led weaning y por fin habéis dejado atrás esos miedos y preocupaciones… quizá a veces no ha sido tan fácil como esperabais, habéis tenido días con ganas de dejarlo, pero aquí estamos, disfrutando cada día de la aventura de ver comer a nuestros pequeños de la manera más natural y respetuosa. Y ahora que ha cumplido el año… ¿Cómo seguimos?
La lactancia materna o artificial ha sido su principal alimento durante el primer año
Y ahora que ya tiene doce meses, seguirá siendo uno de los alimentos más importantes de su dieta. Se recomienda que aproximadamente tienen que consumir medio litro de leche al día. Si sigues con lactancia materna, puedes estar tranquila si hace unas 3 o 4 tomas al día. Además, ya pueden tomar leche de vaca, así que también puedes introducirles la leche, el queso, los yogures naturales…
Hay bebés que se habrán vuelto grandes comedores en estos 6 meses y otros que seguirán siendo pequeños gourmets que prueban bocaditos de aquí o allí, y si sigues con lactancia materna, seguramente hayas estado tranquila hasta ahora, pero te preocupe cómo hacer para que coma más… Como sabrás, tu leche no deja de ser una alimento fabuloso a los 12 meses ni muchísimo menos, de hecho, es bastante más calórica que la leche de vaca, pero sí que es el momento, muy poco a poco, de dejar de ofrecerle la leche antes de comer, y ofrecérsela después (igual con el biberón). Importante hacerlo sin dramas… es decir… si estamos a punto de comer, pero tu hijo te está pidiendo teta, no se la niegues, no se trata de eso… se trata de hacer una transición tranquila, que siga tomando la leche que quiera, pero empezando a priorizar el resto de alimentos.
Sí. Ahora come menos que antes…
Una consulta recurrente es sobre cómo, con 11-12 meses aproximadamente, parece que los niños pierden el apetito y además empiezan a rechazar ciertos alimentos que antes comían sin problema. Y sí… empiezan a ser más conscientes de lo que les gusta y lo que no, lo que les apetece más o menos, y en consecuencia, algunos, empiezan a comer menos. Es por eso que durante los primeros 6 meses pasamos por la fase de aprendizaje en la que les introduciremos tantos alimentos como sea posible (los que vayan a formar parte de su dieta habitual, tampoco hay que volverse loco con que lo pruebe todo), porque hasta ese momento están mucho más receptivos a los nuevos sabores. Algunos sufren lo que parece un pequeño retroceso y empezamos a dudar si todo el esfuerzo hasta aquí mereció la pena. El BLW es la mejor manera de protegerles contra la obesidad cuando crezcan porque fomenta una relación sana con la comida, así que sí, claro que merece la pena…
Y si no come tanto como me gustaría… ¿Qué pasa con el hierro?
El hierro es algo que preocupa muchísimo a todas las familias casi desde que empiezan la alimentación complementaria… siempre recomiendo, como podéis leer en el post sobre cuáles son los mejores alimentos para empezar con blw, que si es vuestro caso, lo mejor es introducirle cuanto antes alimentos ricos en hierro y combinarlos siempre con otros que tengan vitamina C (tomando naranja de postre, por ejemplo), porque así se absorbe mejor.
Como en los mayores, las anemias ferropénicas en los niños se manifiestan con cansancio, apatía, reducción del apetito… así que si has llegado a los 12 meses y crees que padece estos síntomas o simplemente te preocupa mucho este tema, lo mejor es que consultes con tu pediatra.
A partir de ahora, ya “casi” comerá de todo
En estos 6 meses hemos ido aproximando poco a poco con la introducción paulatina de alimentos la dieta de nuestro bebé a la nuestra, a partir de los 12 meses, y como nosotros también hemos aprendido a alimentarnos mejor en este tiempo, la dieta de toda la familia será igual o muy parecida, no obstante, hay que seguir evitando el consumo de ciertos alimentos:
- El exceso de sal… seguramente nuestra cocina se ha vuelto más “sosa” en estos meses. Aprovechadlo… es salud para todos.
- Chuches, bollos, galletas… ¿Puede comerlos? Sí, pero si has llegado hasta aquí, seguramente es porque quieres que tu hijo se alimente de manera sana, así que cuanto más retrasemos y evitemos estos alimentos, mejor para ellos. Como con todo… sin radicalizarse (salvo que queráis hacerlo vaya…) confieso que a mi hija le doy una galleta de vez en cuando o un trocito de chocolate negro y las dos disfrutamos.
- Pescados grandes. Como dice mi pediatra que me parece que lo explica genial, nada de “grandes depredadores”. Atún, pez espada, tiburón… son peces que viven muchos años y acumulan muchos metales pesados que no son precisamente saludables… así que lo mejor es comer pescados pequeños.
- Nada de carne, pescado o huevos poco cocinados.
- Y ojo con los alimentos que pueden producir atragantamiento: frutos secos enteros (triturados sin problema), salchichas tipo frankfurt (siempre cortadas en tiras, nada de en rodajitas ni en perrito caliente) y cuidado con uvas, cerezas, aceitunas… siempre cortadas a lo largo.
¿Y le ponemos cubiertos?
Los cubiertos se pueden dejar a su alcance desde los 6 meses para que se familiarice con ellos. Será entre los 10-14 meses, algunos niños más tarde, otros antes, cuando les llamen la atención y empiecen con sus primeros intentos. Con el vaso igual. Os sorprendería ver cómo pueden beber solos si les dais la oportunidad, eso sí, os aconsejo que les pongáis poca agua al principio porque el baño está asegurado.
Y después de comer…
Si aún no habéis empezado (hay que hacerlo en realidad desde que sale el primer diente), es buen momento para hacer la primera visita al odontopediatra y que os aconseje cómo lavarle los dientes.
Y a seguir disfrutando del baby-led weaning 😀
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