Si hay algo que sé que asusta a las familias a la hora de valorar un proceso de asesoría de sueño, es el salto al vacío que supone meterse de lleno en un proceso que saben que les va a requerir un esfuerzo físico, emocional y también económico.
¿Servirá para mí? Si ya hago todo lo que veo en redes sociales, tengo una estructura que funciona, mis horarios están bien, mis rutinas ¿Hay algo más que se me esté escapando o haré está inversión para nada?
Para convencerte, puedes pasarte por las reseñas que encontrarás en nuestro Instagram o en la web, pero hoy, no me quiero centrar en esto, sino en los casos que de verdad, no podemos resolver. Porque también existen.
Cuando no es posible realizar una asesoría de sueño
Aunque estamos dedicadas a ayudar y ponemos toda nuestra experiencia y formación a disposición de cada familia que llega a nuestra consulta, es fundamental reconocer que existen ciertos escenarios en los cuales nuestras asesorías pueden no ser la mejor opción, hoy voy a intentar aclarar a qué tipo de familias no podemos dar soporte y por qué.
1. Situaciones médicas específicas:
El primer matiz importante para entender esto es que nosotras trabajamos con “dificultades del sueño infantil”, no con “problemas de sueño infantil”. ¿Qué significa esto? Las primeras, atañan al adulto, hacen que su crianza no esté siendo sostenible, pero en términos generales, no afectan a la salud del bebé o niño, es decir, el niño está durmiendo bien, solo que la forma en la que lo hace no está siendo posible para el adulto. Si dudas de si tu hijo está experimentando problemas de sueño relacionados con condiciones médicas el primer paso es buscar la orientación de su pediatra de referencia, cuando descartemos estas situaciones ya podremos abordar el caso con la certeza de que estamos en el área del comportamiento y lo emocional.
Cuando un proceso requiere una atención médica más especializada trabajamos mano a mano con pediatras, profesionales de atención temprana y neuropediatras , este trabajo conjunto puede ser esencial para abordar las preocupaciones sobre el sueño de tu hijo de manera efectiva.
Igualmente, si nosotras observamos cualquier situación que pueda requerir apoyo externo, siempre te lo comunicaremos.
2. Necesidades especiales:
Cada niño es único y algunas situaciones pueden requerir un enfoque más especializado. Algunas neurodivergencias (hay que valorar cada caso individualmente), determinadas situaciones familiares excepcionalmente estresantes, falta de estructura familiar, patologías que impliquen cierta medicación que afecte al sueño, algunas situaciones de muy prematuro o prematuro extremo. Es posible que una asesoría de sueño no sea la mejor opción, o al menos, no en el momento actual.
Siempre alentamos a buscar orientación de profesionales con experiencia en el manejo de cada necesidad especial para encontrar un enfoque personalizado y adaptado a las circunstancias individuales de tu hijo, solo así podrás obtener un apoyo adecuado y efectivo.
3. Disposición emocional:
Nuestro enfoque es respetuoso y sensible, no utilizamos métodos de sueño controlado pero es crucial comprender que implica una colaboración activa y una disposición emocional por parte de la familia.
Con tu método mi hijo no va a llorar ¿verdad?
Es una frase que escucho con mucha frecuencia en las sesiones de valoración y es que el proceso de mejorar los hábitos de sueño puede ser emocionalmente desafiante. La disposición para comprender y abordar las posibles dificultades que surgen durante el cambio de hábitos de sueño y la generación de nuevas dinámicas es esencial para lograr resultados positivos.
No podemos garantizar que tu hijo no llore en el proceso, pero sí te garantizamos que si lo hace, será en tus brazos y con contacto físico sin restricciones.
Imagina que quieres que tu pareja empiece a dormir a tu peque. Imagina los desafíos que pueden surgir durante el proceso. Es probable que mientras surja ese vínculo que ahora no existe a la hora de dormir, tu peque se exprese, se enfade, grite, incluso intensamente. ¿Cómo no vamos a permitir esta expresión? Nuestro deber como padres no es evitar que lloren, griten, se enfaden, se frustren… estas emociones pertenecen a la vida y es necesario que aprendan a regularse con nuestro apoyo incondicional. Ahora bien, tampoco pueden alcanzar esa regulación por sí solos por lo que nuestra paciencia y soporte emocional sin restricciones de contacto físico, en tus brazos, es crucial.
Es posible que nuestras asesorías no sean la opción más adecuada en este momento si sientes que no quieres abordar un cambio que suponga hacer las cosas de otro modo. Queremos asegurarnos de que todas las familias se sientan cómodas y listas para embarcarse en esta travesía, promoviendo un ambiente de apoyo y comprensión mutua.
La transparencia y la comunicación abierta es imprescindible, por lo que siempre animamos a las familias a expresar sus preocupaciones y expectativas emocionales antes de embarcarse en nuestras asesorías y por supuesto durante ellas.
Conclusión:
En Natural Wean, nuestro compromiso es proporcionar apoyo y orientación a tantas familias como sea posible. No obstante, reconocemos nuestras limitaciones y queremos ser honestos acerca de a quiénes no podemos ayudar de manera efectiva. Si no estamos en posición de brindar la asistencia necesaria, siempre estamos dispuestos a proporcionar recursos y recomendaciones alternativas que puedan ser más adecuados para tu situación única.
Nuestro objetivo final es contribuir al bienestar de los niños y sus familias, incluso si eso significa reconocer cuando nuestras asesorías no son la mejor opción.
Para analizar a fondo tu situación el primer paso es reservar una sesión de valoración gratuita con una de las asesoras de sueño del equipo, en esta sesión de aproximadamente 30 minutos sin compromiso para ti (ni para nosotras) analizaremos si podemos cambiar la situación que atraviesa tu familia, y si es así, te recomendaremos el programa idóneo para ti.
Empieza el cambio que tu familia necesita haciendo click a continuación :
