Quiero dormir mejor, pero no quiero quitarle la teta

¿Te has sentido identificada al leer el título del post? Si la respuesta es afirmativa, sigue leyendo.

Hay algo que sé que a muchas mujeres os echa para atrás a la hora de hacer una asesoría de sueño cuando os encontráis dando lactancia materna exclusiva a vuestros peques, y es el tener que abordar un destete nocturno cuando no es tu deseo.

El tándem sueño infantil – lactancia materna ha ido cobrando cada vez peor fama en los últimos tiempo por su relación con los famosos apoyos de sueño / hábitos externos de conciliación / muletillas, ¿qué hay de verdad en esto de que dormirse a la teta hace que las noches sean difíciles?

Empecemos por una verdad incómoda: los bebés y niños pequeños de lactancia materna exclusiva suelen tener más despertares, esto es cierto, pero ¿duermen peor? La respuesta es no.

Debido a que la lactancia materna tiene una digestión más rápida, los peques pueden necesitar una ingesta mayor de calorías en las horas nocturnas que si hacemos la comparación con un bebé que solo toma fórmula.

Además, como la succión es la dinámica por excelencia para regular a los niños (y por ende para que se duerman), no solo utilizamos la teta para alimentarles, sino también para que estén más tranquilos, enlacen sus ciclos de sueño, etc.

La succión afectiva también ocurre con biberón, y por supuesto con chupete, pero es cierto que es menos común.

Esa es la razón por la que entre los despertares por hambre y los despertares por sostén y calma, la sensación es que los niños de teta duermen peor, pero lo cierto, es que la calidad de su sueño sigue siendo buena aunque esas interrupciones (que también ocurren cuando toman fórmula) sean más perceptibles.

Por tanto, lo primero que tenemos que tener claro, es que no estamos haciendo nada que vaya en contra de su naturaleza, y por descontado, de salud.

Entonces ¿por qué cuando se abordan las tomas nocturnas empiezan a dormir más seguido?

Y esta es la segunda verdad incómoda, lo cierto, es que cuando hacemos un abordaje integral del sueño, que incluye también las tomas nocturnas, la calidad del descanso de la familia mejora también, pero esto no implica quitar la teta si no es tu deseo.

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Vamos a analizar un caso típico que veo en consulta:

Peque de 13 meses, con unas siestas razonables para su edad sin tener que ser perfectas. Se duerme una siesta en brazos de su abuela (que además no lo pasa muy bien porque le duele la espalda, pero no consigue otra forma), y también hace otra siesta a la teta de su madre. 

En las noches el padre puede dormirle en brazos (aunque no todas las noches, hay veces que se enfada tanto que al final va mamá y le da teta), pero lo más habitual es que se duerma con la madre a la teta y que además, ella ya no pueda salir del cuarto porque a la que se mueve, se despierta de inmediato. 

Tiene su cuna de colecho, pero está ocupada por cojines y ropa, lo cierto es que el peque duerme dentro de la cama, entre los dos padres, o a veces solo con la madre, y tiene barra libre de teta cada vez que se medio despierta, lo cual ocurre de media 6-8 veces cada noche.

Qué intervenciones iniciales planteamos:

  • Incorporar el carro en la siesta de la tarde con su abuela para evitar que tenga molestias en la espalda. Los primeros días es costoso, su abuela tiene que cogerle varias veces en brazos para ayudarle a calmarse, pero en cuestión de 3-4 días, está dormido a los pocos minutos de posarle en su carro y empezar a mecerle.
  • La madre empieza a hacer la primera siesta, la que hace con ella, paseando por el parque en el carro y consigue que la duerma ahí también.
  • Planteamos un sistema de turnos con el padre y la madre y empezamos, en primer lugar, por dormirle un día cada uno en bracitos, superado esto, que lleva algo menos de una semana, se empieza a dormirle estando tumbados, estando el niño en su cuna de colecho y los padres colocados en la parte de la cuna que está abierta para que no se salga mientras le acompañan a dormir.

El resultado en dos semanas (mitad del proceso), es que con estos ajustes hemos bajado a 3-4 despertares sin hacer absolutamente nada todavía con las noches, lo ha cambiado el niño directamente, pero además, pese a que 3-4 despertares todavía parecen muchos, se han obtenido las siguientes mejoras para el bienestar de la familia:

  • La abuela ya no sufre las siestas por su dolor de espalda.
  • La madre disfruta de un paseo por la mañana en el que aprovecha y conecta también consigo misma mientras su hijo duerme.
  • El padre siente que es capaz de dormir a su hijo en calma.
  • La madre ha descubierto que su capacidad de regular a su hijo va más allá de lo que ella pensaba y que puede generar nuevas herramientas.
  • El conquistar la cuna a la hora de dormir ha hecho que ya no tenga que quedarse durmiendo con él y han podido recuperar un ratito para ellos cuando el niño se duerme.

De momento, las noches están en ese punto y estamos dando unos días de espacio para ver si hay más avances. En caso contrario, plantearemos por ejemplo empezar a realizar un abordaje de la succión nutritiva en los despertares que quedan.

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¿Cómo se hace esto?

Tomar consciencia de cuándo el bebé o niño está succionando de manera afectiva o nutritiva, puede ayudarnos a limitar las tomas o al menos, a que sean tan cortas como sea posible, de este modo, cuando el peque empieza con succión afectiva, podemos dejarle unos instantes, separarle, y acompañarle desde tumbadito, con caricias…él ya estará regulado porque acaba de succionar y para nosotros, junto con el resto de estrategias que se han aplicado paulatinamente, nos resultará más fácil acompañarle.

Si te ha removido el leer esta historia, si te gustaría vivir un proceso parecido, si quieres hacer cambios pero no sabes por dónde empezar, podemos encontrar un camino que funcione para tu familia, para ti, que te haga sentir bien.

Cada proceso es único y hay que encontrar las claves que sean útiles en vuestro caso, pero sobre todo, con las que te sientas totalmente comprometida porque sabes que conectan contigo y con lo que tú sientes.

De la misma forma, si sientes que quieres definitivamente reducir esas tomas, o eliminarlas por completo, también hay estrategias basadas en el apoyo y el sostén total, sin que tengas que desaparecerte durante no sé cuantos días o semanas para que otra persona lo haga por ti si tú sientes que no quieres que sea así.

Si te ha gustado el post, me encantaría que me escribieras a sara@naturalwean.com para contármelo.

Y si lo que quieres es empezar a poner solución a vuestra situación, toma acción y reserva una llamada de valoración gratuita conmigo o alguien de mi equipo, ahí podemos hablar en detalle de vuestra situación y ver si nosotras podemos ayudaros.

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